Título: AUNQUE LLUEVA FUEGO
Autor/a: Beatriz Esteban
Fecha de publicación: 19-10-2018
Editorial: La Galera
Páginas: 552
Precio: 17,50€
Formato: Tapa blanda
Trilogía/Saga: ----------
Género: Ficción histórica
SINOPSIS:
Cuando Arielle llegó a casa de Chardin, con el cuerpo cargado de culpa y miedo, lo único que recibió fueron cuatro normas:
No hables nunca de lo que te ocurre.
No olvides respirar.
No olvides lo que te hace sentir viva.
Y por encima de todo: evita enamorarte.
Pero quebró la primera norma, después de haber destrozado la cuarta, olvidado la segunda y aplazado la tercera.
Francia, 1955.
Arielle Larue nació en medio de la guerra y arrastra el caos allá donde va. Su abuela intenta convertirla en la esposa perfecta, pero nada de lo que le enseñe puede frenar el secreto que lleva dentro. Un secreto que acaba causando la peor de las destrucciones. Entonces Arielle es internada en Sainte Geneviève, para su protección y la de los que la rodean. Lo último que ella espera encontrar allí es una nueva familia; que empieza con Jem y sus palabras, con Nathan y sus chistes, con Claire y su miedo. Y que acaba con ella. Una familia que luchará por mantener cueste lo que cueste. Porque vale la pena luchar por aquello que te hace soñar con lo que siempre has temido vivir.
NOTA: 5/5
AUNQUE LLUEVA FUEGO es una novela escrita por BEATRIZ ESTEBAN que he leído entre agosto y septiembre y, como ya os habréis dado cuenta si me seguís en redes... me ha encantado. Quizás esa palabra se le quede corta. Sinceramente, no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, pero sabía que me iba a gustar porque Bea es una de mis escritoras favoritas y todo lo que hace en mi opinión es puro arte. Bueno, pues siendo sincera yo no sé cómo no había leído este libro antes, porque ahora no puedo vivir sin él.
Se ha convertido en mi libro favorito.
Sí, es probable que pienses que eso siempre se dice cuando una novela gusta mucho pero que luego se cambia de opinión... pues no, yo lo digo de corazón. Tengo otra novela que consideraría mi favorita y ha sido así desde los doce años. Es la primera vez en 7 años que una novela me golpea tan fuerte como para incluso cambiarme un poco, porque cuando lees una buena historia, te marcan y aprendes muchísimo de ellas. Así que sí, me gustaría haber leído Aunque Llueva Fuego mucho antes, pero no me arrepiento de haberla leído ahora; creo que era el momento perfecto. Llevaba tiempo poniéndome ojitos desde las estanterías de cualquier librería, pero me daba miedo ponerme con la novela porque sabía que trataría de temas duros y no estar preparada para la intensidad emocional del libro. Pero, un día, sentí que era el momento, que había llegado el instante en el que yo debía leer esta historia. Que estaba preparada. Simplemente lo supe.
No me equivoqué.
No quiero desvelar mucho de la trama, porque de verdad me gustaría que lo leyerais como yo, un poco a ciegas y dejándome llevar, porque ha sido la mejor experiencia del mundo. Me he encontrado con una historia que realmente no esperaba, y ha sido tan preciosa que no tengo palabras para describirla, por eso he tardado tanto en ponerme a escribir esta reseña. Es que me cuesta poner en palabras lo que he sentido y siento al pensar en Aunque Llueva Fuego. Y eso, en sí, ya es una gran prueba de lo muchísimo que he disfrutado leyéndola. Es que aún me siento un poco abrumada por todos los sentimientos que ha despertado en mí. Con esta novela te enamoras, sufres, aprendes, te ríes, lloras... es increíble cómo Bea consigue meternos en la historia hasta el punto de emocionar con cada palabra. Esta historia habla de amor, perdón, resiliencia... temas muy importantes.
Como podemos leer en la sinopsis, la protagonista de esta historia es Arielle Larue, una chica bastante insegura, atormentada por la culpa y los recuerdos de varios sucesos pasados (teniendo en cuenta que vivió la época de la guerra cuando era solo una niña). Pero no es solo eso: Arielle también tiene sueños, ríe, disfruta y se enamora. Porque Arielle tiene problemas, sí, muchos de ellos muy serios, pero aún así los va afrontando, poco a poco. Me gusta mucho Arielle porque es un personaje muy real, ni es blanco ni negro, sino una mezcla de colores tan grande como lo seríamos tú y yo. Eso es lo que me ha permitido comprenderla constantemente, y sentirme identificada. Le he cogido un cariño increíble, pero no ha sido la única. Cuando Arielle se ve obligada a salir de su casa para internar en Sainte Geneviève, conoce a unas cuantas personas que aportarán de todo a su vida.
Claire le aportará amistad, seguridad y diversión, y algún que otro quebradero de cabeza; una amistad es a veces todo lo que necesitamos, sentir que alguien nos apoya, y poder ofrecerle la mano a cambio.Nathan, que le ofrecerá sin dudarlo su hombro por si necesita llorar y le hará reír cuando más lo necesite. Y... Jem. ¿Qué decir de Jem, el personaje que me ha enamorado completamente de principio a fin? Jem es un chico tímido y dedicado , que pondrá la vida de Arielle patas arriba tras conocerse, o quizás sea al revés. Que compartirá sus miedos pero también sus sueños. Jem es la esperanza en persona; mientras lo leía sentía unas ganas inmensas de conocerlo, de agarrar su mano y agradecerle su existencia. Y pensé en todas esas personas que son como medicina para el cuerpo, a las que tanto deberíamos agradecer.
Esas personas sin las cuales no seríamos nosotros mismos.
Antes de hablaros de cómo he vivido y sentido la historia...
¿Queréis saber un poco más sobre Beatriz Esteban?
Beatriz Esteban Brau nació en Valencia en el invierno de 1997 y creció rodeada de letras e historias. Actualmente compagina sus estudios de Psicología en la Universidad de Valencia con su carrera literaria e imparte charlas sobre literatura y salud mental en institutos y universidades.
Su primera novela, Seré frágil (Editorial Planeta, 2017) quedó finalista en el Premio Literario Jordi Sierra i Fabra para Jóvenes 2015. En 2018 ganó la segunda convocatoria del Premio Ripley de ciencia-ficción y terror con el relato Niña caducada, publicado por Triskel Ediciones. Su novela más reciente, Aunque llueva fuego nos traslada a la Francia de la posguerra para hablarnos del perdón y la resiliencia.
Bueno, la verdad es que he tenido que leer esta novela despacito, por dos razones en particular. La primera, porque yo soy una persona muy sensible y es la primera vez que me veo tan reflejada en una historia. Al leer sentía miles de cosas, como una especie de huracán pasando por mis adentros, pero sé que eso es bueno, que lo mismo que en algunas partes sufría por los personajes, en otros momentos me daban ganas de llorar de alegría. Y gracias a ver a Arielle avanzar, me he dado cuenta de lo mucho que he avanzado yo en la vida, y de la cantidad de miedos que he ido superando. Y que supero cada día, porque la lucha es continua y nunca hay que rendirse, siempre hay que intentar salir adelante. Esta historia anima a hacerlo a la vez que los personajes. Yo siento que me he embarcado en un viaje inesperado por una de mis épocas favoritas y que he conocido a personajes que me han marcado de por vida, y eso para mí no tiene precio. La otra razón por la que he leído despacio ha sido esa misma, por lo mucho que lo estaba disfrutando. No quería que se acabara. Es un libro gordito, pero yo quería más y más. Aún así, creo que tiene la extensión perfecta: nada sobra y nada falta. Todo lo que aparece es necesario, y al terminar la novela no me quedan frentes abiertos, ni dudas. Nada. Al acabarla me sentí completa, abrumada, emocionada.
Es que no puedo, de verdad, describiros la emoción que he sentido a través de estas páginas. Solo puedo darle las gracias a Bea y decirle que siga escribiendo porque lo que hace es arte. Gracias mil millones de veces por inspirarme, por haber escrito una historia a la que he cogido tantísimo cariño. Sé que la voy a releer mil veces, y que cada vez voy a aprender cosas diferentes. Ahora soy diferente, porque tengo una historia muy especial dentro de mí. Me muero por volver a hablar con Bea en persona en algún momento y darle las gracias, cara a cara, por todo lo que implica Aunque Llueva Fuego. Necesito que me lo firme y darle un abrazo para agradecerle todo lo que he sentido yo al leerla.
Y bueno, solo os recomiendo por último que tengáis los clínex a mano cuando leáis esta historia, y pediros que le deis una oportunidad porque la merece. No me cansaré nunca de recomendar esta historia. Ojalá la disfrutéis tanto como yo y, recordad, que siempre, siempre hay una salida.
Y siempre habrá alguien o algo que será una luz en nuestro camino. Seguid a esas luces y cuidaos mucho.
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